viernes, 26 de septiembre de 2008

La Alabanza Renueva TU Corazón y Restaura TU Vida.

Alaba con el CORAZÓN y
descubriras la belleza del Señor


La Alegría de Alabar


¿Cuántas veces has sonreido alabando a Dios?
No sé si ha ti te ha pasado, pero estoy seguro que si le has dado una oportunidad a Dios y lo has alabado con todo el corazón has sentido una alegría que te sale de algún lugar entre el ombligo y la garganta. Como muy de las entrañas. Es el gozo que Dios pone en tu corazón.
Este gozo puede ser una alegría muy pacífica o unas grandes ganas de reirte. Puede ser tranquilo como una lluvia suave o impetuoso como un río caudaloso. Sin importar la manifestación física que tu alegría presente, si es una pequeña sonrisa que apenas se dibuja en tus labios o una carcajada que no podés detener, viene del Señor.
Y si todavía no has alabado a Dios dejando que tu corazón le cante, pues te invito a hacerlo hoy. Buscá una alabanza en internet, o en tu computadora, en youtube, si querés (te recomiendo 'Alianza de Amor' de la Hermana Glenda) y cantala. No pensés si lo que vas a hacer tiene o no tiene sentido, pensá si las palabras que decís te hacen sentido en el corazón.

Dice la Palabra de Dios que todo lo que respira lo alaba. Y tu estás respirando. Sin darte cuenta, tu cuerpo le canta a Dios sobre su poder y su amor. El latido de tu corazón lleva el ritmo de la alabanza, unite a él y cantale a Dios sobre su amor. Unite a tu corazón y deja que la alabanza llene tu vida. Naciste para alabar, pero hasta que no probés no vas a poder saber si lo que te digo es verdad o no.

Sé que cuando alabés vas a sentir ganas de sonreir, o de reirte fuerte. Vas a sentir una alegría extraña que nace de algún lugar entre el ombligo y la garganta. Vas a sentir el gozo del Señor brotar de tus entrañas. Y te va a gustar. Probá, no perdés nada. Por algo Dios te ha permitido leer esto ahorita. Seguramente es porque sabe qué en este momento necesitás esa alegría.

Sin importar si jamás has alabado, o si la última vez que lo hiciste fue hace 10 años o 10 minutos, Dios quiere que en este momento le cantes, para alegrar tu corazón junto al Suyo. Y quiere que nos acompañes el 11 de octubre en la Tarde de Alabanza.

Que Dios te bendiga y te permita conocerlo cada día más.